domingo, 16 de junio de 2013

ARTE EN EQUILIBRIO

Varios semáforos antes nadie podía imaginar la secuencia de vida que iba a presentarse antes los conductores en ese punto estratégico; bueno, tal vez no fuera el caso para los usuarios habituales de ese paso entre la vuelta del Marítimo, el centro de la ciudad  y la salida hacia el norte de España por la costa.


Ciertamente me impactó contemplar una muestra arte callejero aderezada por una combinación de equilibrio entre malabarismo, necesidad, gracia y descaro. Sentí ganas de bajar a probar la experiencia y seguramente el artista me hubiera regalado medio minuto de clase prática gratuita sobre el asfalto caliente en la transición de colores de los semáforos. Confieso que renuncié por las prisas que siempre nos atenazan, el temor al ridículo -que ese hombre perdió en su adolescencia- y por el compromiso vital ante la futura adicción si lo hubiera probado y por casualidad llega a gustarme.