Es niño y tiene 1 día. No ha necesitado abrir su boca para entenderse con su mamá; ésa que le coge la mano con la delicadeza de quien se entrega en el gesto más sencillo y a la par más cercano. El caso es que se conocen ya de nueve meses, aunque sus miradas han sido -en este periodo previo a su encuentro formal- hechas con el corazón.
Auguro una relación de ternura y amor recíproco, si bien la madre tiene ventaja porque ha cultivado esto exitosamente con retoños anteriores que ya son sus hermanos. En una proporción semejante al tamaño de cada mano puede verse todo lo que ella aportará a su bebé antes de la mayoría de edad. Y es que madre no hay más que una, al menos que entregue todo desde el primer día.
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