lunes, 15 de abril de 2013

NO ES SÓLO CRUZAR “EN ROJO”




No importa la edad, raza, credo o condición. Las reglas que nos damos para convivir tienen prioridad, porque de otro modo… ¡para qué tenerlas!  No solamente se ignoran en la calzada, sino que pierden la ocasión de sentirse unidos en la tropelía de cruzar sin permiso: rojo es a la vez señal negativa, de peligro y la vergüenza de no respetar lo pactado. Y realmente es bastante habitual…pobre semáforo ignorado.

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