¿Qué pueden tener en común un inodoro verde, un colchón azul y una
puerta con un montón de escombros? Correcto: la respuesta es "un
contenedor en la acera de una calle céntrica de la ciudad".
Sin
duda es una gran ocasión para contarse, en la intimidad de una mañana
soleada con viandantes igrorando -incluso tal vez despreciando - su
presencia cerca de la City valenciana, cómo les fue en su hogar recién
liquidado y reducido a una última reunión de elementos esenciales ahora
inservibles a todas luces.
Espero que haya reciclaje
final como manda la normativa, pero ¡ vaya aspecto presentaba la tienda
de compras caras que lucía ante su puerta semejante detalle de nula urbanidad !
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