Por ellos entran y salen las ideas, el aire, los desahogos,
las ilusiones. Por ahí se desfoga el ímpetu y se rellena de serenidad el
descontrol de una salida de tono. Siempre tienen que estar accesibles,
interconectados y receptivos porque todo lo que puede pasar a través de ellos
es imprevisible: si se atascan estamos perdidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario